En sus primeros 10 meses como presidente, Javier Milei utilizó en dos oportunidades el veto presidencial. El primero fue para echar por tierra la reforma jubilatoria que la oposición logró aprobar en el Congreso, pero cuya insistencia en Diputados no prosperó.
La herramienta legal del Poder Ejecutivo fue aplicada una vez más este jueves para la Ley de Financiamiento Universitario, luego de una multitudinaria marcha de la comunidad educativa a lo largo y ancho del país, en contra el congelamiento presupuestario.
En la historia argentina, 41 leyes prosperaron en el Congreso tras el veto presidencial
Según datos de la Dirección de Información Parlamentaria de la Cámara de Diputados de la Nación, desde el retorno de la democracia en 1983, el Congreso logró rechazar un veto presidencial en 41 oportunidades y, de esta manera, insistir con la normativa previamente aprobada.
Para mantener la vigencia de la ley y dejar sin efecto el veto presidencial, tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores necesitan aprobar el rechazo con dos tercios de los votos. En tal caso, la ley queda lista para ser promulgada.
De lo contrario, si los legisladores no alcanzaran los votos necesarios para rechazarlo, el veto queda firme y el proyecto no puede ser tratado por al menos un año.
