Armand Duplantis, nacido en Estados Unidos pero con nacionalidad sueca, sin sorpresas y con la autoridad de costumbre, volvió a ganar el oro en salto con garrocha, como en Tokio 2020 (consiguió 6,02). Esta vez lo hizo con récord de mundo, alcanzando por primera vez los 6,25 metros.
Duplantis no solo fue el único en superar la barra de los 6 metros en estos Juegos Olímpicos, con lo que se aseguró el oro (el estadounidense Sam Kendricks, plata con 5,95 metros, y el griego Emmanouil Karalis, bronce con 5,90, lo acompañaron en el podio), sino que después, y en su tercer intento, alcanzó los 6,25 para quebrar su propia marca mundial de 6,24. De hecho, desde febrero del 2020 que viene rompiendo ese registro desde que saltó 6,17 para sacárselo al francés Renaud Lavillenie (6,16). Los 6,24 los registró en abril de este año.
En realidad, nadie dudaba de que Mondo iba a ganar el oro dada la supremacía que viene demostrando en esta disciplina del atletismo. La incógnita era saber si Duplantis le iba a ganar a Duplantis, o sea, quebrar su anterior registro. El Stade de France abarrotado de público, con casi 80.000 espectadores, se puso de pie para ver si lo hacía. Ya con el oro asegurado hacía rato, y todavía sin saltos nulos (son tres para eliminar a un competidor), con el aplauso del público y hasta sus rivales, fue por los 6,25. En las dos primeras veces tiró la barra horizontal, pero en la tercera la pasó sin siquiera rozarla. Enseguida salió corriendo hacia la tribuna, donde ya tenía individualizada a su novia y a su equipo, con los que festejó el logro.
Duplantis hace mucho tiempo que compite contra sí mismo. Competición a la que va, competición que gana. Es el mejor saltador con garrocha de la historia y, aparte de sus medallas, sus marcas lo acreditan. Llegó a París como plusmarquista mundial con 6,24 metros, un registro que hace años parecía impensable para cualquiera y que, a día de hoy, se ve impensable para sus rivales. La prueba es que de los treinta restantes competidores en París solo cinco llegaron a los Juegos habiendo alcanzado los seis metros.
