La bajante del río Paraná genera cada vez más preocupación en toda la costa entrerriana y uno de los lugares más afectados es la ciudad de Victoria, donde los riachos, arroyos y el humedal que la abastecen de agua dependen directamente de la altura del río. Pescadores y pequeños agricultores publicaron una carta llamando la atención de las autoridades pidiendo el dragado de algunos afluentes para evitar la pérdida de agua potable.
La cooperativa de pescadores Frutos del Río y la asociación civil Solidaridad, Unión y Producción advirtieron: “Estamos al borde de una crisis que puede dejarnos sin agua. El modelo de hidrovía que sigue dragando cada vez más profundo el río Paraná está poniendo en riesgo no solo nuestro trabajo y nuestra alimentación, sino también el acceso al agua potable para toda la ciudad. La situación es urgente, y las autoridades locales no parecen comprender la magnitud del problema que enfrentamos”.
En este contexto, este martes al mediodía llegará a Victoria el ministro de Infraestructura, Planeamiento y Servicios de la Provincia, Darío Schneider, para reunirse con autoridades municipales.
Las entidades explicaron que en momentos de bajante hay tres bocas que alimentan el humedal de Victoria, ubicadas entre Puerto San Martín (Santa Fe) y Diamante. Son la Boca de la Azotea, la Boca del Bobo y las Cuatro Bocas. “Hoy sólo dos están recibiendo algo de agua y esa cantidad es cada vez más reducida. La Boca del Bobo prácticamente se ha secado”, alertaron.
Es que, según aseguran, debido a la falta de mantenimiento entra cada vez menos agua en el humedal, que “si no se toman medidas urgentes para dragarlo, terminará desecado”. La cooperativa y la asociación civil demandan que se draguen las bocas de entrada “que han sido tapadas por el dragado de la Vía Navegable Troncal”.
“Se nos ha dicho que el río Paraná necesita estar crecido para poder dragarse las bocas que alimentan el humedal, pero esa afirmación es sólo pensando el dragado con un interés comercial para barcos de ultramar. Es posible a baja escala incluso con nivel bajo de agua, utilizando dragas pequeñas y eficientes que pueden limpiar las vías de acceso y garantizar la entrada de agua a la zona de Victoria”, agregaron pescadores, agricultores y vecinos.
Entre las consecuencias de la falta de ingreso de agua por esas bocas, mencionaron que habría una mayor mortandad de peces y el aumento de los riesgos de contaminación del agua. “El sector de la pesca artesanal, la agricultura familiar y la apicultura ya están al borde del colapso”, describieron.
“En poco tiempo, el agua potable empezará a escasear. No es una exageración decir que estamos a un paso de quedarnos sin agua. El suministro de agua potable para los más de 60.000 habitantes de Victoria también está en juego”, enfatizaron.
