Bioingenieros de la Universidad Nacional de Entre Ríos y el Conicet junto a médicos y bioquímicos del Hospital De la Baxada “Teresa Ratto” de Paraná llevan a cabo un estudio clínico para comprobar y evaluar la efectividad del tratamiento conocido como Plasma Rico en Plaquetas (PRP) para la disminución del dolor y la recuperación funcional en pacientes con piernas diagnosticadas con artrosis de rodilla.
El tratamiento consiste en una inyección intra-articular de PRP en la rodilla de tratamiento del participante. El estudio incluye sesiones sucesivas de tratamiento (cada dos semanas o un mes) y luego el seguimiento de la respuesta de la persona hasta un año de iniciado el tratamiento. El plasma se obtiene con el centrifugado de la sangre extraída al propio paciente, mediante equipamiento que fue adquirido con financiamiento del Conicet y que, una vez finalizado el estudio, quedará para uso del Hospital.
Existe evidencia científica del efecto positivo del PRP en la disminución del dolor, afirman los investigadores. El estudio que emprendieron la UNER, el Conicet y el Hospital fue diseñado para detectar perfiles de pacientes con alta afinidad al tratamiento.
Se trata de un tratamiento que no ofrece la salud publica en la provincia, no es reconocido por obras sociales y en instituciones privadas tiene un costo elevado que no suele ser reconocido por obras sociales o prepagas. El equipamiento y los insumos necesarios no son excesivos en comparación con otras terapias. El mayor desafío radica en los profesionales que participan en la extracción, preparación y aplicación, informaron desde la Facultad de Ingeniería ubicada en Oro Verde.
El estudio compartido entre el Conicet, la UNER y el Hospital Baxada busca detectar si existen diferencias entre dos esquemas de aplicación de PRP: algunos pacientes la reciben cada 15 días y otros una vez al mes.
Beneficios del plasma
Cuando se centrifuga, la sangre se divide en fases: una inferior, que tiene los glóbulos rojos; una intermedia con glóbulos blancos; y una superior, donde quedan concentradas las plaquetas en el plasma. Leandro Mayrata, bioingeniero y becario Doctoral del Instituto de Bioingeniería y Bioinformática (IBB-Conicet-UNER) explica: “El plasma sanguíneo contiene factores de crecimiento y mediadores inflamatorios. La inflamación es una respuesta biológica esencial en el proceso de curación, ya que facilita la regeneración de tejidos dañados. En el caso de la articulación de la rodilla, donde no hay una disponibilidad local de plasma, se administra mediante inyección para promover la recuperación en el sitio afectado”. Esa actuación del plasma hace que algunos pacientes se van del hospital, luego de una sesión de PRP, con la rodilla algo inflamada.
Algunos de esos componentes del plasma promueven la regeneración del tejido dañado por esta enfermedad, que es cada vez más frecuente. Facundo Urteaga, bioingeniero y coordinador del estudio, afirma que estos tratamientos van a ser cada vez más requeridos. “El aumento de la esperanza de vida y la prevalencia de estilos de vida predominantemente sedentarios contribuyen a una mayor incidencia de artrosis en la población. Aunque el cuerpo humano puede adaptarse a una vida prolongada, el envejecimiento y la inactividad incrementan el riesgo de enfermedades degenerativas como la artrosis», señala.
Sin embargo, aclara el bioingeniero que también participan pacientes con artrosis secundaria derivada de lesiones deportivas, como desgarros meniscales o rupturas ligamentarias..
El tratamiento a cargo del Hospital de la Baxada, la UNER y el Conicet inició en abril y lo comenzaron casi 60 pacientes. El estudio clínico, que ese extenderá hasta mediados de 2025, requiere más de 110 participantes. Deben ser mayores de 35 años con artrosis diagnosticada, independientemente del grado, desde el más leve al más severo.
El estudio consiste en tres sesiones de aplicación de PRP y seguimiento con controles hasta un año después del tratamiento. Previamente se controla a los pacientes con un chequeo médico.
Desde la Universidad y el Hospital informaron que están completos los cupos para este año, aunque es inminente la apertura de la convocatoria para participar del estudio en 2025. “Los pacientes han presentado gran predisposición a participar del estudio”, resaltaron los bioingenieros.
Mayrata, que además se especializa en el estudio del dolor (una de las áreas de trabajo de la Bioingeniería), remarca la importancia del tratamiento. “La artrosis es una enfermedad muy prevalente. Los pacientes toman muchos analgésicos para hacer frente al dolor y muchas veces permanecen inmóviles. La solución final para la mejora de la movilidad o cuando el dolor es inaguantable es el reemplazo de la articulación con una prótesis, por lo que este tipo de tratamientos son importantes para retrasar ese estadio”, describe.
Aportes de la Universidad
Mayrata menciona que el beneficio de este tipo de estudios clínicos para la ciencia es la expansión del conocimiento a nivel global. Pero resalta el impacto a nivel local y social de estos proyectos. Por un lado, se transfiere a la salud pública un tratamiento de calidad que hoy no está presente y no se cubre por obras sociales. Además, la máquina centrífuga (necesaria para producir el plasma) quedará para el hospital.
Urteaga, por su parte, valora: “En un contexto donde la investigación pública está en el centro del debate, proyectos como este serían inviables sin el financiamiento del Estado, que incluye presupuesto y becas. La investigación en manos del Estado contribuye a la soberanía científica al generar conocimiento orientado a resolver problemáticas locales. Si bien el ámbito privado también realiza investigaciones, los objetivos no siempre coinciden con los del sector público, y esto es lógico, ya que ambos responden a misiones institucionales distintas.
Equipo
El investigador Principal del estudio es el Dr. Luis Pablo Schierloh, y el equipo de trabajo incluye a los doctores José Biurrun Manresa y Christian Mista, y los bioingenieros Diego Arévalo, Leandro Mayrata y Facundo Urteaga, todos pertenecientes al IBB-Conicet. Por parte del Hospital, participan el Dr. Maximiliano Velázquez, la Dra. Analía Caballo, el Dr. Ricardo Pastre y la Bioq. Carolina Cáceres, entre otros.