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viernes, 4 de octubre de 2024
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Más de la mitad del precio de la ropa son impuestos

La industria textil enfrenta serias dificultades por el aumento de costos, más el aumento de impuestos en los tres niveles de gobierno. Caen las ventas.

La industria textil e indumentaria atraviesa una situación compleja en medio del aumento de costos de producción y tributarios y la apertura de importaciones. A ello se suman otros componentes, como los impuestos, que encarecen los productos y explican en parte la fuerte caída de ventas ante la pérdida de poder adquisitivo.

Según datos de la Fundación ProTejer para Infobae, en Argentina existe una amplitud de precios enorme: prendas similares pueden valer hasta 13 veces más dependiendo del canal de comercialización. Los costos de alquiler, logísticos, de intermediarios, gastos de publicidad y marketing y tributarios, explican, hacen la diferencia.

“Si analizamos el precio de la ropa que se vende en un shopping, a pesar de la idea generalizada de que son los empresarios industriales los culpables del precio de la ropa, la industria textil e indumentaria, incluida su rentabilidad, sólo representa un 8,5% del precio final”, aseguraron desde ProTejer.

En tanto, los costos y rentabilidad de las marcas que desarrollan los diseños, el marketing y la publicidad, y los costos de logística y comercialización, representan 24,8% del precio facturado.

Fuera de la cadena de valor, hay otros costos que componen el precio de la indumentaria y que representan un porcentaje superior al que remunera a toda la actividad industrial.

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La incidencia de los impuestos

La financiación de una tarjeta de crédito representa un costo que alcanza según ProTejer 12,2% del precio de venta de la ropa, mientras que el alquiler del local donde se comercializa el producto, explica otro 12,7%. A esto se le suman los principales impuestos nacionales, provinciales y municipales que representan 50,3% del precio de venta.

Es decir, el 75,2% del precio que abona el consumidor final por una remera, por ejemplo, en un shopping, se utiliza para el pago de impuestos, servicios financieros y alquileres.

Particularmente en el caso de los impuestos, el gobierno de Javier Milei no los redujo y flexibilizó las importaciones para promover la competencia, generando inquietud en la industria.

En este sentido, se eliminó la obligatoriedad de que muchos productos textiles o calzado y productos con medidas antidumping deban ingresar al país obligatoriamente por el canal rojo de la Aduana. Esto significa que dejará de exigirse la verificación física además de la documental.

Fuente: Infobae

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