Santiago Caputo, el “arquitecto” de la victoria electoral y “asesor estrella” del presidente Javier Milei, fue blanco de numerosas preguntas de los diputados al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en el primer informe de gestión del ex ministro del Interior ante el Congreso.
Los legisladores apuntaron a la contradicción entre la fuerte injerencia que detenta Caputo sobre el Gobierno y su presunto cargo menor, como apenas “asesor”, que lo habilita a no presentar declaraciones juradas y lo exime de responsabilidades que establece la ley de Ética Pública.
En respuesta a los requerimientos, el Gobierno confirmó que Caputo no es ni persona políticamente expuesta ni tiene obligación a presentar declaración jurada. Justificó estas faltas en que “desempeña tareas de asesoría bajo un marco de modalidad de empleo de locación de servicios por tareas de naturaleza no permanente”.
El Gobierno dejó vacías respuestas a otras preguntas. Los diputados solicitaron información sobre los conflictos de intereses reales y potenciales del “asesor”, como su trabajo como empleado (aunque las fuentes y la documentación apuntan a que sería director) de una firma agropecuaria que compra y vende soja y ganado. Sobre esto, desde le Gobierno no hicieron comentarios.
Tampoco respondieron si Caputo asiste a las reuniones de Gabinete, en carácter de qué lo hace y qué otros asesores participan en las mismas. El Gobierno eludió las preguntas sobre si tuvo alguna responsabilidad, o si brindó asesoramiento, en el proceso de reformulación de la ex-Agencia Federal de Inteligencia, hoy Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), y cuáles fueron sus tareas en ese proceso.
La Secretaría General de la Presidencia de la Nación sí informó que Caputo se encuentra contratado bajo la órbita de Karina Milei y que percibe, a equivalencias de agosto, un sueldo de $2.563.312,5.
Las funciones formales
Luego, explicó sus funciones: “Conforme surge de su contrato, sus actividades consisten en liderar proyectos de consultoría en el campo profesional específico; planificar y ejecutar actividades de consultoría en un campo profesional especializado; armar propuestas estratégicas con contenido teórico y práctico para la obtención de resultados”.
También indica que Caputo debe “armar un plan de trabajo que contenga entregables para la consecución exitosa del objetivo; diseñar indicadores para la medición de avances del proyecto; coordinar y dirigir el diagnóstico y la puesta en marcha de la implementación; asesorar en temáticas de su especialidad y generar mecanismos de transferencia de conocimiento”, citó La Nación.
