Caracú
En la mesa éramos siete
mamá repartía puchero y menudos
me gustaba comer el corazón del pollo
aplastar el hígado
echarle pimienta
cuando me servía el caracú hundía el dedo en la gelatina revolvía el nido de grasa
se ahogaban las palabras
en el agujero
el hueso guarda el silencio como el tuétano