El arquero Diogo Costa atajó tres penales en la definición ante Eslovenia y Portugal enfrentará a Francia en los cuartos de final de la Euro 2024. El guardametas fue clave, tras tapar además una pelota mano a mano a Benjamin Sesko sobre el final del alargue, tras un penal errado de Cristiano Ronaldo. De las lágrimas a las risas para el máximo goleador en la historia del certamen, que sigue con la pólvora mojada y no ha podido anotar.
Ninguna de las dos selecciones rompió el cero con las escasas oportunidades que dispusieron a lo largo de los 90 minutos. Sobre todo Portugal, más insistente en la primera parte y apagado en la segunda, en la que, sin embargo, gozó de su opción más clara con un mano a mano de Cristiano en el 89 que salvó Jan Oblak, sin contar sus tres fallidos tiros libres.
Tocaba afrontar una prórroga que seguramente el combinado de Roberto Martínez no esperaba. El plan de Matjaz Kek seguía en pie, solo que ahora tocaba estirar el duelo lo máximo posible con dos equipos que tenían el miedo metido en el cuerpo ante cualquier error y por eso no ocurrió nada hasta la tragedia de la noche. Vanja Drkusic le provocó un penal dudoso a Diogo Jota y Cristiano, por fin, vio la luz al final del túnel con una oportunidad única. Agarró la pelota, pateó y, para su desgracia, paró Oblak.
Entre lágrimas, el ex-Real Madrid se marchó al descanso. Se mascaba la tragedia para Portugal. Su madre, en el palco, también lloraba desconsoladamente. Sus compañeros besaban y abrazaban a un ídolo que parecía caído y que estuvo a un paso de ni siquiera alargar la llave hasta los penales.
Y es que Diogo Costa le dio una vida adicional a Cristiano con una atajada -al mejor estilo Dibu Martínez- en un mano a mano ante Sesko, el segundo que falló en el Frankfurt Arena, tras el error de Pepe. En ellos, otra vez, el arquero de Portugal apareció para detener los lanzamientos de Drkusic, Jure Balkovec y Benjamin Verbic. Entonces, CR7 respiró aliviado, calmó su ansiedad y ahora la Francia de Kylian Mbappé lo espera en cuartos de final.
