Todo comenzó con un desperfecto en las calles de Vorónezh -Rusia-. Los obreros del municipio arreglaron el problema pero al volver a reparar la vereda no notaron que una pequeña perrita se había metido en el hueco abierto en el suelo. El animal quedó enterrado bajo un gruesa capa de cemento y baldosas.
Y allí pasó al menos dos días, sin ver la luz del día y con muy poco oxígeno, según reportó la cadena rusa RT. Vecinos del lugar oyeron los desgarradores quejidos que lanzaba el animal y pidieron ayuda para rescatarlo.
Tras retirar baldosa por baldosa, ayudándose con improvisadas herramientas, e incluso retirando tierra con las manos lograron salvar con vida de la perrita, que está preñada. Ahora, sus salvadores están buscándole un hogar donde pueda transcurrir en paz el resto de su embarazo.