Elogio a unas manos

Diálogo con un poema de Wislawa Szymborska

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El mármol pierde el frío, las superficies dicen que son importantes

que el tacto, dicen, es más impactante que el sentido de la visión

las manos de mis hijas están llenas de harina,

la mayor esparce polvo sobre la nariz de la chiquita

con el dedo una y otra garabatean formas

las patas de los pájaros en la arena

los rastros leves de las aves sobre las nubes

las cosas que atraviesan los ríos

cortar y cortar el agua con una hélice

con una tijera

con el dorso de la mano fuera de la ventanilla

el aire retaceado por estos pares de manos que se formaron en mí

podemos ser pulpo nosotras las mujeres

podemos ser viscosas y absorbentes

hacer sopapa con nuestras pequeñas ventosas

las palabras de la madre: ventosa

los lunares para rascar en el apego: ventosa

la herencia de la disposición de los huesos: ventosa

las manos de mis dos hijas empolvan la cocina

hay humo o nieve

un horizonte a estrenar,

la escenografía de los días cambiando al clima

la aparición de las olas

la aparición de la espuma

las hijas en el tacto

derritiendo el mármol

dándole migas de pan a las mojarras entre los cubiertos

en la heladera los imanes caen como aviones

se estrellan las pequeñas islas del Caribe

arena y mármol

harina y manos

el elogio en la boca de una mujer

que hace ventosa con versos

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