Cuando era chica mi hermana solía contarme Los tres chanchitos y el lobo, como siempre los relataba tenía distintas versiones, siempre la escuché atenta, hasta hoy me encanta la forma que tiene para contarme cosas, me atrapa y divierte, Cari es dispersa, entre medio de la trama incorpora cosas cotidianas, nombres de vecinos, cosas que entendemos solo nosotras. Me gustaba pensar en casas de distintas formas, fabricadas con distintos elementos. En Hansel y Gretel la bruja vivía entre paredes de chocolate, ese era mi sueño, creo que aún lo conservo si no fuera una obsesiva por la limpieza y el orden, disfrutaría de acostarme en una cama hecha de caramelos, morder un bocado de almohada rellena de avellana, no levantarme más sigilosa hasta los rincones donde me escondo a mí misma las golosinas. Algunos días de verano, duermo en una casa hecha de madera y el viento se filtra entre las tablas, todo anuncia un movimiento, dentro y fuera nada queda sin magnificarse. La cabaña tiene un piso intermedio, cuando alguien sube la escalera desde abajo se escucha como si una tropilla de búfalos pasara por nuestras cabezas. Me sirve para entretener a Francisca, advertirle “hacé caso que ahí anda el monstruo” y cosas así que nos divierten a ambas. Anoche el viento parecía revolcar la casa de madera, en la oscuridad imaginé que había relámpagos, sonidos afónicos que no podía asignar a un elemento concreto pero cuando abrí las ventanas sólo unas nubes tropezaban en el cielo, después de a poco la luz se tornó gris como un agua estancada. Miré las copas de los álamos dando latigazos a los pájaros, las palmeras desflecadas que se desparraman con algas, los sauces cayendo más al fondo. Pensé en las peleas imaginarias, en cuando me disgusto con alguien que quiero y cómo me dejo azotar por los inventos de mi enojo que también me sacude, después de unas palabras se rompe la tormenta interna como una burbuja de jabón. Nunca puedo contener mis fantasías, he visto, me he visto, en situaciones extremas, delirantes que se deshacen en dos parpadeos como se sopla un diente de león. Panadero tres deseos y el sol en la ventana.