El expresidente Evo Morales aseguró este viernes que iniciará una huelga de hambre para presionar por un diálogo con el Gobierno de Luis Arce, tras 19 días de protestas y bloqueos de carreteras por parte de sus seguidores en Bolivia.
“Para priorizar el diálogo voy a iniciar una huelga de hambre hasta que el Gobierno” instale “mesas de diálogo”, afirmó el exmandatario en una declaración a la prensa en la región cocalera del Chapare, en el departamento de Cochabamba. Además, “para que el diálogo sea viable, responsable y tenga resultados, pido la participación de organismos internacionales de países amigos”, añadió el exmandatario.
Según Morales, en dos mesas deberán discutirse “el tema económico” y “el tema político”. El exgobernante explicó que en la primera mesa espera discutir con la Administración de su exministro la crisis derivada de la falta de dólares que ha restringido las importaciones de combustible que Bolivia vende a precio subsidiado.
En cuanto al “tema político”, confió en que se pueda tratar la situación de “dirigentes injustamente detenidos, encarcelados” en el marco de la protesta que, junto a demás seguidores, iniciaron hace 19 días contra su probable aprehensión por un caso de estupro que presuntamente se produjo cuando era presidente en 2015.
“Cuando les corresponda procesos, que se procesen, pero no por estar movilizados o por diferencias ideológicas”, argumentó Morales.
Arce: “Nuestro Gobierno siempre ha apostado por el diálogo”
Horas más tarde, en redes sociales, el presidente boliviano contestó que: “Nuestro Gobierno siempre ha apostado por el diálogo, pero no es posible ningún diálogo mientras se siga asfixiando la economía de las familias bolivianas y se vulnere el derecho al acceso de alimentos, combustible y medicamentos”, por los bloqueos de carreteras, publicó DW.