El precio del dólar libre cayó este jueves por tercer día seguido, para quedar en los $1.315 para la venta, en el nivel más bajo desde el el 19 de junio, cuando cerró a 1.300 pesos. Asimismo, baja en agosto baja 55 pesos o 4%, mientras que acota el alza de 2024 a 28,3%, muy por encima de una inflación acumulada del orden del 90% en los primeros ocho meses del año.
Más cerca de los 1.300 pesos y con una brecha cambiaria respecto del dólar oficial que quedó debajo del 40% por primera vez desde junio, el panorama para el dólar informal en descenso obedeció a cuatro factores que se dieron en conjunto en el corto plazo:
1) Convergencia de los dólares alternativos. La baja del “blue” deja más cerca a la cotización de aquellas implícitas en acciones y bonos, los bursátiles “contado con liquidación” y MEP, ahora en la zona de los $1.292 y $1.275, respectivamente. Estas paridades alternativas al “cepo” -es decir el dólar libre y los financieros- tienden a converger y ahora están operados en sus mínimos desde la tercera semana de junio, por lo tanto es razonable que el dólar libre se acerque a las otras referencias.
2) Esquema de “emisión cero”. El 13 de julio el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el esquema de “emisión cero”, por el cual se planteó la reabsorción de los pesos emitidos por el Banco Central para la compra dólares en el mercado de contado a través de la liquidación de divisas vía operaciones con bonos en el mercado de valores, a la paridad del contado con liquidación. Aunque esta intervención no se dio por montos considerables, sirvió para abastecer con creces a los segmentos del “liqui” y el MEP. Junto con la liquidación del 20% de las agroexportaciones por el esquema del dólar “blend” vigente desde diciembre, esta intensiva provisión de divisas destinada al mercado paralelo ayudó a contener los precios por debajo de los 1.300 pesos.
Para graficarlo, basta recordar que el 12 de julio -previo al anuncio de “emisión cero”- el dólar libre alcanzó un récord nominal de 1.500 pesos y el “contado con liqui” llegó a los 1.427 pesos. Desde entonces, estas cotizaciones restaron 12,3% y 9,5%, respectivamente.
3) Blanqueo de capitales. No hay cifra oficial disponibles sobre el ingreso de divisas que se está concretando en las últimas semanas para adherir al régimen de regularización de activos externos. Estimaciones privadas consideran que el blanqueo podría captar hasta USD 40.000 millones y detrás de este ingreso de divisas a la economía también se encuentra otra explicación para la caída reciente de los dólares bursátiles y el “blue”. En el primero de los casos, pues los dólares en el extranjero pueden reingresar a través del dólar “cable” que se negocia en la Bolsa, y en el segundo, porque la propuesta oficial también contempla el blanqueo de pesos, que podría estar incentivando la venta de dólares a precio “blue” -hoy el más caro-, para hacerse de más pesos y aprovechar ese arbitraje.
Los depósitos en moneda extranjera del sector privado -en efectivo- contabilizaban los USD 19.071 millones el 26 de agosto, último dato actualizado por el Banco Central. Estas colocaciones, que crecieron unos USD 1.200 millones en los últimos dos meses, alcanzaron un máximo desde el 13 de enero de 2020 (USD 19.083 millones). Desde que asumió la administración de La Libertad Avanza dicho stock se incrementó en en USD 4.945 millones o 35%, a partir de los USD 14.126 millones del jueves 7 de diciembre de 2023.
4) Más dólares para importaciones. Desde el 1 de agosto, los bienes vinculados a la energía, los productos farmacéuticos, otros bienes relacionados con la atención de la salud, fertilizantes, productos fitosanitarios destinados a su elaboración local, productos de la canasta básica de consumo, bienes suntuarios y los autos terminados tienen un plazo de acceso al MLC a partir de los 90 días desde el registro de su ingreso aduanero. El resto de los productos -más de la mitad de las importaciones- tienen acceso a divisas del mercado mayorista para pagarse en dos cuotas, una a partir de los 30 días y la segunda a partir de los 60 días de su ingreso aduanero, por el 50% cada una.
Al posibilitar a los importadores un mayor y más rápido acceso a divisas, complementado con la reducción en 10 puntos de la alícuota del impuesto PAIS -desde 17,5% a 7,5%- el Banco Central reconoció que “reduce el traslado a precios del mayor costo asociado a la calendarización vigente, que obligaba a aquellas empresas que no obtenían financiamiento comercial de sus proveedores a pagarles a través del mercado de cambios paralelo”. Por lo tanto, todo conduce a descomprimir la demanda de dólares en el mercado de valores, que facilita la estabilización de las cotizaciones alternativas.