El Príncipe Harry, miembro de la familia real británica, estuvo en Entre Ríos tiempo atrás junto a su exnovia Chelsy Davy, con quien mantuvo una relación de siete años. Así lo afirma el medio inglés Express.co.uk.
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SUSCRIBITEEl Príncipe Harry, miembro de la familia real británica, estuvo en Entre Ríos tiempo atrás junto a su exnovia Chelsy Davy, con quien mantuvo una relación de siete años. Así lo afirma el medio inglés Express.co.uk.
El actual esposo de la actriz de Hollywood Megan Markle y padre de un bebé en común, Archie Harrison, de cinco meses, acumula una larga historia de romances y escándalos antes de encontrar a su actual amor.
En 1998, tras la muerte de su madre, Lady Di, Harry empezó el secundario en el prestigioso Eton College -donde además de sacar buenas notas jugaba rugby, cricket y polo-. Se graduó en 2003 y se tomó un año sabático para vivir experiencias internacionales en Australia, Lesoto (África) y la Argentina. Harry necesitaba estar más lejos de la prensa: aquel niño que desde chico le sacaba la lengua a los paparazzi y era algo más inquieto que su hermano, ahora empezaba a generar serios escándalos. Tenía actitudes típicas de cualquier adolescente, aunque no lo fuera.
De hecho, a los 16 años su papá lo encontró fumando marihuana y lo mandó al centro de rehabilitación Featherstone Lodge. "Es un asunto serio que se resolvió dentro de la familia", comunicó la Casa Real, entonces. Pero además, justo antes de viajar a la Argentina, se peleó a los gritos y trompadas con un fotógrafo del diario Evening Standard, al salir de una disco en Londres.
Harry aterrizó en Ezeiza el 12 de noviembre de 2004, dos meses después de cumplir veinte años. La familia Tomlinson lo alojó en El Remanso, un club de campo en Lobos, provincia de Buenos Aires. El príncipe perfeccionaría su polo, en compañía de su amigo Luke, dueño de casa, consigna Infobae.
Las crónicas de la época cuentan que Harry no solo iba a bailar a La Porteña, el boliche del pueblo, sino que además comió en un tenedor libre, compró artículos campestres en una talabartería y que incluso, tomaba mate. Mucho se dijo sobre las chicas argentinas que conoció. Poco se confirmó entonces, pero el príncipe dejó Sudamérica dos semanas después, y antes de lo previsto, por cuestiones de seguridad, según trascendió. Por esos días, Harry empezaba a salir con Chelsy Davy, una chica de Zimbabwe, nacionalizada británica, que sería su novia durante siete años, entre idas y vueltas.
En alguna de sus escapadas amorosas, Harry y Chelsy vivieron unas vacaciones románticas en Entre Ríos. "Viajaron en un vuelo privado a la provincia de Entre Ríos, en la región mesopotámica del noreste de Argentina, para un fin de semana romántico", detalló Katie Nicholl en su libro "Harry: Life, Loss and Love" -que se puede traducir como "Harry: Vida, Pérdida y Amor"-.
"Allí cenaron pescado asado, a la luz de las velas, luego de vivir días de mucha energía dedicados a la caza y la pesca", agrega la autora, según consigna Express.
Personal de la cabaña donde los jóvenes enamorados de alojaron, detallaron los secretos de lo que pasó en diálogo con Mail on Sunday: "Harry y Chelsy eran como cualquier pareja joven enamorada: se besaban, se tomaban de la mano y a él se lo veía como atontado. Se veían locamente enamorados y en cierto punto Harry admitió que ella era su primer amor verdadero".
Atrás quedaron esos días de amor en tierras entrerrianas porque hoy Harry se ha alejado de los escándalos y contrajo matrimonio con Megan Markle, dando inicio a una nueva etapa en su vida.