Para continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEUn grupo de investigadores de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, Canadá, investigó los efectos adversos asociados al uso de las 2 drogas del momento para el tratamiento de la diabetes y bajar de peso. Los resultados fueron publicados en JAMA (1). Los revisamos.
Para continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITELos agonistas del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) son medicamentos aprobados para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2.
En este grupo están la semaglutida, que se inyecta semanalmente, además de tener una formulación vía oral, y la liraglurida, de uso inyectable diario.
Estos fármacos también se han utilizado, sin autorización, para bajar de peso en muchos países, mientras que en algunos ya están aprobados para este fin.
Los estudios han encontrado mayores riesgos de eventos adversos gastrointestinales con el uso de estos fármacos, en pacientes con diabetes mellitus:
Debido a que estos pacientestienen un mayor riesgo inicial de sufrir eventos adversos gastrointestinales, el riesgo en pacientes que toman estos medicamentos para otras indicaciones, como exclusivamente bajar de peso, puede ser distinto.
Los ensayos aleatorios que examinaron la eficacia de los agonistas de GLP-1 para la pérdida de peso no fueron diseñados para capturar estos eventos, debido al pequeño tamaño de las muestras, y al corto período de seguimiento.
Investigadores de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, Canadá, analizaron los eventos adversos gastrointestinales asociados con los agonistas de GLP-1, utilizados para perder peso, en un entorno clínico.
Utilizaron una muestra aleatoria de 16 millones de pacientes (2006-2020) de la base de datos PharMetrics Plus (IQVIA), una gran base de datos de salud que captura el 93% de todas las prescripciones ambulatorias y diagnósticos médicos en los Estados Unidos, a través de la Clasificación Internacional de Enfermedades, Novena Revisión (CIE-9), o CIE-10.
Incluyeron nuevos usuarios de semaglutida o liraglutida, los 2 agonistas principales de GLP-1, y el comparador activo bupropión-naltrexona, un agente para bajar de peso no relacionado con los agonistas de GLP-1.
Debido a que la semaglutida se comercializó para bajar de peso después del período de estudio (2021), nos aseguramos de que todos los usuarios de agonistas de GLP-1 y bupropión-naltrexona tuvieran un diagnóstico de obesidad en los 90 días anteriores, o hasta 30 días después del ingreso a la cohorte, excluyendo a aquellos con diabetes, o con uso de medicamentos antidiabéticos.
Se observó a los pacientes desde la primera prescripción de un fármaco del estudio, hasta el primer diagnóstico de enfermedad biliar (incluidas colecistitis, colelitiasis y coledocolitiasis), pancreatitis (incluida pancreatitis litiásica), obstrucción intestinal, o gastroparesia.
Fueron seguidos hasta el final del período de estudio (junio de 2020).
Los índices de riesgo (HR, Hazard Ratio) se ajustaron por edad, sexo, consumo de alcohol, tabaquismo, hiperlipidemia, cirugía abdominal en los 30 días anteriores, entre otros.
Se incluyeron:
Las tasas de incidencia para los 4 resultados fueron elevadas entre los agonistas de GLP-1, en comparación con los usuarios de bupropión-naltrexona.
Por ejemplo, la incidencia de enfermedad biliar (por 1.000 personas-año) fue de 11,7 para semaglutida, 18,6 para liraglutida y 12,6 para bupropión-naltrexona y 4,6, 7,9 y 1,0, respectivamente, para pancreatitis.
El uso de agonistas de GLP-1 en comparación con bupropión-naltrexona se asoció con un mayor riesgo de:
No se vio un riesgo mucho más aumentado de enfermedad biliar (HR, 1,50).
Este estudio encontró que el uso de agonistas de GLP-1 para bajar de peso, en comparación con el uso de bupropión-naltrexona, se asoció con un mayor riesgo de pancreatitis, gastroparesia y obstrucción intestinal, pero NO con enfermedad biliar.
Dado el amplio uso de estos medicamentos, estos eventos adversos, aunque raros, deben ser considerados por los pacientes que están pensando usar los medicamentos para bajar de peso, porque el cálculo de riesgo-beneficio, para este grupo, puede diferir del de aquellos que los usan para la diabetes.
Las limitaciones de este estudio incluyen que, aunque todos los usuarios de agonistas de GLP-1 tenían antecedentes de obesidad sin diabetes, no se sabe si todos los agonistas de GLP-1 se usaron para perder peso.
(1). https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2810542