A partir del brote de contagios en Paraná, la Municipalidad y la Policía coordinan tareas para implementar controles más rigurosos en la ciudad, sobre todo, luego de la marcha atrás con las habilitaciones de algunas actividades.
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SUSCRIBITEA partir del brote de contagios en Paraná, la Municipalidad y la Policía coordinan tareas para implementar controles más rigurosos en la ciudad, sobre todo, luego de la marcha atrás con las habilitaciones de algunas actividades.
Una de las actividades prohibidas es la reunión social, tipo de encuentro por el cual se desató una circulación del virus por conglomerado, tras el caso de la empleada de la Farmacéutica del Litoral.
El jefe de la Departamental, Raúl Menescardi, explicó en diálogo con el Nueve que se reciben denuncias de vecinos al 911 alertando de este tipo de eventos no permitidos.
"El vecino colabora. Llama al 911, que va comisionando el móvil más cercano donde se produce esa situación. En muchos casos, tenemos que constituirnos y quedarnos un tiempo allí hasta que finalice", contó el funcionario policial.
Cabe destacar que, a diferencia de las reuniones familiares hasta 10 personas, los encuentros sociales estaban permitidos solo en el ámbito de bares y restaurantes, comercios que quedaron inhabilitados tras el brote.
Esto significa que las reuniones no familiares en domicilios particulares violan lo dispuesto por las normativas vigentes de Provincia y Municipio. Asimismo, ante la escalada de casos, se pide evitar el contacto familiar y reducir la circulación de personas al mínimo.