jueves 28 de marzo de 2024
Ahora

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
Emotivo video

Recibió un implante y escuchó la voz de su mamá por primera vez

Fue realizado en el Hospital Ricardo Gutiérrez y le permitió comenzar a percibir sonidos. No te pierdas el emocionante momento

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE

"Estaba de 39 semanas, me mandaron a hacer un monitoreo a la Guardia, voy y me dicen que el bebé estaba 'casi no reactivo', que era para realizar la cesárea ya", dice Belén, mamá de Tian Zárate, recordando cuando recibió la primera mala noticia.

Lo malo, siguió.

"A la semana, nos dijeron que había nacido con un virus. Después, que nos dijeran que no iba a escuchar nos dio mucha tristeza", recuerda la mujer. Tenía 20 años. Estaba en la nursery, con la cicatriz de la cesárea fresca.

La "patología de base" de Tian --como le dijeron los médicos en ese momento-- era una infección prenatal con el virus citomegalovirus.

En el caso de Tian, el virus lo aisló de los ruidos del mundo. Pero también de la voz de sus padres y del lenguaje en sí. Y del desarrollo de las más importantes habilidades cognitivas.

Pero el silencio para el niño terminó ayer, a sus dos años y diez meses: fue justo cuando activaron el implante coclear bilateral(ambos oídos) que le realizaron el 25 de enero en Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez.

Así, Tian pudo oír la voz de su mamá por primera vez. Luego, la de su papá, Alejandro. Ahora, aprenderá a "oír" a través de un dispositivo "tech" y a hablar.

"Arrancó el programa, nos miró y sentimos como que escuchaba. Fue hermoso. Tenía más ganas de llorar que de hablarle", describe el padre de Tian sobre el segundo inmediatamente posterior a que la otorrinolaringóloga encendiera el sistema y abriera el mundo de los sonidos a su hijo.

Tian oyó.

Inclinó su cabeza demostrando que algo había llamado su atención. Pero no estaba seguro de qué era. Ahí fue cuando habló su papá. Y Tian dejó caer el juguete que tenía en las manos. Tian oyó. Confirmado.

"Yo sabía que existían los implantes cocleares. Así que lo único que esperaba era que me dijeran que era candidato. Yo esperaba eso nada más. Quería que él escuche", detalla su mamá. Para cuidar la salud de Tian, ante tantos nuevos estímulos, sus papás dijeron a Clarín que por el momento no darían otras notas. El consejo llegó desde el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Gutiérrez.

"Fue horrible el momento en el que me dijeron que había perdido la audición", dice Alejandro, de 26 años, papá del nene

El implante de Tian --colocado en el oído interno-- es el primero del año en la Argentina y el número 50 que se coloca en el Hospital Gutiérrez --de la Ciudad de Buenos Aires-- desde 2012.

Cómo funciona

Los implantes cocleares son dispositivos de alta tecnología que estimulan eléctricamente las fibras nerviosas para producir impresiones sonoro-auditivas en los pacientes hipoacúsicos. Cóclea es la parte del oído interno que se parece a un caracol y que en su interior tiene el órgano responsable de la audición.

Un implante coclear se puede colocar a cualquier edad, dependiendo de que el paciente cumplan los requisitos médicos y audiológicos. Esta opción es la indicada para la hipoacusia neurosensorial profunda bilateral, en la que los audífonos no ayudan.

Consta de un procesador del habla, externo, la bobina (conexión hacia el implante, hacia el receptor interno) y el cable de la bobina, que se conecta a una batería recargable.

El caso de Tian

"Me costó. Cuando me dijeron que la operación era riesgosa, era difícil decidir que sí. Pero había mucha confianza con los doctores del Gutiérrez", cuenta Alejandro.

El criterio fue realizarle el implante coclear bilateral, no unilateral, porque Tian tenía hipoacusia neurosensorial profunda bilateral (ambos oídos) sin beneficio con audífonos.

La operación se realizó bajo anestesia general y duró cinco horas (dos horas y media por oído). Tian estuvo internado 48 horas, pero solo por protocolo médico, ya que a las 24 horas podría haberse ido a su casa. Para la mayoría de los nenes implantados, el posoperatorio es de entre 3 y 5 semanas, hasta que la cicatrización sea completa.

Tras la cirugía, se acoplaron las porciones externas del implante y se abrieron los canales. En otras palabra, se llegó al “encendido del implante”, como explica María Laura Calderón, fonoaudióloga.

Este proceso implica que "se excitan los electrodos y se empieza a enviar información sonora. A cada persona corresponde un programa individual que es la suma de la regulación de todos y cada uno de sus electrodos", explica a Clarín Silvana Orlando, que realizó el implante del bebé.

"El implante coclear es el más tecnológico dentro de la cirugía de oídos en el mundo. Que esta tecnología pueda devolver un sentido no es algo para perderse. Ofrecerles a sus hijos la posibilidad de que tengan audición y que se puedan desenvolver solos el día de mañana, cuando ellos ya no estén, no hay que desperdiciarlo", resalta la cirujana de 45 años.

"Estoy muy orgulloso de la fuerza que le pone. Es un guerrero", dice el papá de Tian. "La peleó siempre, mucho, desde que nació. Va a seguir adelante con el apoyo de la familia.

Pero ellos también pasaron por muchísimas cosas. Tian no sólo tenía que enfrentar la hipoacusia. También horas de kinesiología y terapia. "Ahora vamos para adelante. esperamos mucho por este día, el gran día para él. Estamos felices de que pueda escuchar", agrega Belén.

Este domingo se cumplen 61 años del primero de estos implantes realizado en Europa. Lo realizó el 25 de febrero de 1957 el doctor André Djourno, en Francia.

Por eso, en la previa del Día Internacional del Implante Coclear, Orlando resalta que "cualquier candidato, tenga cobertura médica o no, puede acceder a un implante coclear en el Gutiérrez."

Ahora Tian tendrá que pasar por la fase de rehabilitación y estimulación de su audición. En la que lo ayudarán audiólogos, rehabilitadores del lenguaje, profesores de sordos y otorrinolaringólogos.

Pero, ayer, el guerrero que ahora escucha, logró pararse en su cuna, solito.

Embed

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar