viernes 29 de marzo de 2024
Ahora

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
Nacional

Por ahora, el Congreso no piensa en eliminar cargos políticos ni familiares

Tras la decisión de Macri de recortar el Ejecutivo, desde el Poder Legislativo defienden los achiques que se vienen realizando desde 2016

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE

Al menos por ahora ninguna de las cámaras del Congreso tiene pensado seguir el camino elegido ayer por Mauricio Macri y recortar cargos políticos a partir de ponerle un freno al nepotismo en la designación de empleados en la administración pública.

"Nosotros no entramos en ese recorte porque todo lo que había que hacer ya se hizo", afirmaron voceros de la vicepresidenta Gabriela Michetti. En ese sentido, recordaron la revisión, en 2016, de los empleados nombrados por Amado Boudou en la planta permanente antes de dejar el poder y el retiro voluntario que se encuentra abierto desde noviembre, entre otras medidas.

Las autoridades de la Cámara de Diputados, en tanto, tomaron la decisión con calma. Sienten que la medida no las afecta. Porque el decreto de Macri no atañe al Congreso y porque Emilio Monzó (Pro-Buenos Aires), presidente del cuerpo, no designó familiares en la Cámara baja.

Por el momento no existe ninguna restricción a ese tipo de nombramientos en Diputados. Pero en el oficialismo anticiparon que van a analizar el tema en profundidad para ver de qué manera se puede seguir el camino marcado por Macri.

Si una medida de esa magnitud se aplicara a todos los diputados sería esperable una gran resistencia. Buena parte de los integrantes de la Cámara baja tienen familiares directos designados en sus despachos.

En la Cámara alta el escenario es similar. Los senadores son muy adeptos a nombrar familiares en sus despachos, a tal punto que muchos integran la planta permanente desde hace muchos años y, por lo tanto, ya tienen derechos adquiridos.

De hecho, en el Senado hay un caso emblemático del hijo de un ex gobernador que hoy ocupa una banca de legislador provincial, pero mantiene, con licencia, su condición de empleado de la Cámara alta.

Sin embargo, la depuración de este tipo de casos excede el poder de las autoridades de ambas cámaras legislativas, que, sobre todo Monzó, depende de las buenas relaciones con los legisladores para mantenerse en el cargo.

Por eso, la fórmula aplicada hasta el momento ha sido atacar situaciones aberrantes o aplicar controles de presentismo para achicar gastos a través de las plantas de personal.

En el Senado el momento elegido fue diciembre de 2015, cuando Michetti anuló los más de 2000 nombramientos que Boudou había firmado durante su último año de gestión. Esa depuración, tras negociaciones con los gremios y senadores, quedó en 1200 empleados permanentes menos.

En la Cámara baja, en tanto, el método fue aplicar un sistema de control biométrico para el ingreso del personal. En apenas dos meses, los dos últimos del año pasado, el sistema detectó 200 "ñoquis": gente que nunca asistió a cumplir tareas y que, sin embargo, figuraba en las nóminas salariales.

Amén de un sistema de control más estricto en el consumo de combustibles, que permitió bajar el gasto del área automotores en un 28%, en el Senado también se comenzará a aplicar, en febrero, el control biométrico de ingreso en el edificio anexo. Además, desde noviembre está abierto un retiro voluntario que ya suma 200 adherentes, según informaron voceros de Michetti a La Nación.

Imprenta

Apuntada por Macri a fines de octubre, la imprenta del Congreso se perfila como escenario de un conflicto en puerta.

El crecimiento de su planta fue exponencial durante el kirchnerismo (pasó de 500 a 1700 empleados) como consecuencia de una estrategia del uso de sus cargos como botín político. El presupuesto será un 57% más alto este año que el del ejercicio pasado.

La conducción de la imprenta se alterna entre ambas cámaras y este año le tocaría presidirla al Senado. El candidato a ocupar el sitial es el radical pampeano Juan Carlos Marino, quien ya tendría decidido aplicar un severo recorte de gastos.

La intención es rever algunas de las medidas más controvertidas impulsadas por su antecesora en el cargo, la diputada kirchnerista María Teresa García, como abrir un bar cultural. La pelea, como se ve, recién comienza.

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar