El sube y baja de Javier Milei: ¿el fenómeno se desinfla?
El candidato libertario Javier Milei, quien parecía imponerse en la contienda presidencial, enfrenta un momento de incertidumbre, analiza Javier Calvo para la #ComunidadAhora. Si bien ha logrado ganar popularidad con propuestas extremas y su crítica a la "casta política", las últimas encuestas muestran un estancamiento e incluso una posible caída en su intención de voto. A medida que se acerca el cierre de listas electorales, Milei deberá tomar decisiones estratégicas para mantener el impulso de su campaña.
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El candidato libertario Javier Milei ha generado un revuelo en la política argentina con su discurso radical y propuestas extremas, señala el periodista Javier Carlvo en su análisis para la #ComunidadAhora. Durante un tiempo, parecía que se convertiría en una fuerza imparable, capaz de desafiar tanto al Frente de Todos como a Juntos por el Cambio en las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, las últimas encuestas sugieren que su crecimiento se ha estancado e incluso puede estar experimentando una disminución en la intención de voto.
El éxito inicial de Milei se basó en dos factores clave, recuerda Calvo: su condición de candidato único dentro del espacio libertario y su capacidad para conectar con una parte de la población que ha sufrido duramente las penurias económicas de Argentina. Propuestas como la dolarización y la eliminación del Banco Central han resonado en aquellos que anhelan la estabilidad económica y la inflación controlada. La fantasía de una moneda fuerte y la vuelta a la convertibilidad ha cautivado a algunos, incluso a funcionarios del Fondo Monetario Internacional o el Tesoro de Estados Unidos.
Además, Milei ha sabido capitalizar la creciente desilusión con la clase política argentina, a la que él se refiere como "la casta". Este recurso retórico, utilizado también por líderes de partidos de ultraderecha en otros países, ha encontrado eco en Argentina y ha sacudido las estructuras del sistema político. A diferencia de otras terceras fuerzas del pasado, como el repaso o la UCD, Milei no tiene un origen político y se nutre de los espacios de la política para impulsar su candidatura.
Sin embargo, Milei también ha enfrentado críticas y desafíos a medida que avanza en su campaña. Se cuestiona el origen del financiamiento de su partido, "La Libertad Avanza", y su propia trayectoria como diputado electo en 2021, quien prácticamente desapareció de la Cámara al asumir su banca para lanzarse a la campaña presidencial. Además, la elección de candidatos en las provincias ha generado controversia, ya que algunos de ellos no encajan con el discurso antiestablishment de Milei.
Uno de los ejemplos es la posible elección de Guillermo Britos, actual intendente de Chivilcoy, como candidato a gobernador de Buenos Aires. Britos, quien pertenece a la denominada "casta política" según Milei, ha sido intendente por dos períodos y ha cambiado de boletas en elecciones anteriores, lo que pone en entredicho su adhesión a los principios liberales. Estos movimientos contradictorios plantean interrogantes sobre la coherencia de Milei y su capacidad para abrir el espacio hacia nuevas figuras políticas.
Las encuestas que en su momento posicionaron a Milei como un contendiente fuerte en las elecciones ahora muestran una meseta en su crecimiento e incluso una disminución en la intención de voto. Este fenómeno podría ser transitorio o indicar un cambio de tendencia más permanente. El futuro político de Milei dependerá de su desempeño en el tramo final de la campaña y de las decisiones estratégicas que tome en cuanto a las listas electorales.
A medida que se acerca la fecha de cierre de listas el 24 de junio, Milei enfrenta un desafío crucial. Si bien confía en su propia figura para arrastrar votos, deberá seleccionar cuidadosamente a quienes lo acompañarán en las boletas electorales, especialmente en distritos clave como la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. La incertidumbre se cierne sobre su candidatura, y la forma en que aborde estas decisiones estratégicas determinará si el fenómeno Milei continúa creciendo o empieza a desinflarse.