El Partido Justicialista de Entre Ríos celebrará este sábado un Congreso largamente postergado, que finalmente llega una vez que el justicialismo entrerriano perdió el gobierno provincial y que cerrará o al menos avanzará en importantes debates que se instalaron entre sus filas internas.
La cita en el camping del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), en Garrigó al 3000 de Paraná. Las acreditaciones comienzan a las 9 de la mañana y se espera la comparecencia de más de 350 congresales de toda la provincia.
El cónclave se producirá en el mismo escenario donde se celebró el último Congreso partidario provincial, hace 13 años, en diciembre de 2011. Sergio Urribarri estaba por iniciar su segundo mandato en aquel entonces.
Pasaron cuatro períodos de gobierno provinciales -el segundo de Urribarri, los dos de Gustavo Bordet y que inició Rogelio Frigerio- y una cuádruple alternancia en la Casa Rosada -Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y el terremoto político de Javier Milei- hasta que el peronismo entrerriano volvió a reunir a su máximo órgano partidario.
Discusiones pendientes
En los 13 años transcurridos también cambiaron profundamente las tendencias en la opinión pública, las agendas de los movimientos políticos y las dirigencias al interior de los partidos. Todo se expresará, de alguna u otra manera, en el Congreso justicialista entrerriano de este sábado.
Algunos de estos asuntos están previstos formalmente en el temario. Otros se manifestarán en las voces de los congresales. La discusión que concentra más atracción es la integración de las minorías en las internas, lo que requiere la reforma de la Carta Orgánica partidaria provincial.
La Carta vigente permite una integración a partir de un piso de 10% de los votos en una interna, pero el mecanismo de distribución de los lugares le garantiza una mayoría casi absoluta a la fuerza que resulte ganadora. Diversas líneas del PJ vienen discutiendo y analizando un nuevo porcentaje. Podría ser el 25%, que aplica, por ejemplo, el radicalismo.
También se especula con posibles sanciones o reprimendas del Congreso a dirigentes por su accionar ante el gobierno libertario de Javier Milei. En especial, el senador Edgardo Kueider por su apoyo a la Ley Bases y el funcionario de Educación, Martín Muller, directamente integrante del gobierno de La Libertad Avanza.
Si bien los planteos contra ellos podrían derivarse al Tribunal de Disciplina del Partido, habilitar un proceso de sanción o expulsión de dirigentes que hayan actuado contrariamente a la doctrina peronista, después de 13 años, podría abrir una puerta difícil de cerrar.
El temario formal
Formalmente, el temario incluye, primero, la Elección de autoridades del congreso. Luego el Consejo Provincial hará un informe. A continuación se designarán el Tribunal de Disciplina y la Junta Electoral partidaria.
El quinto item es la Reforma de la carta orgánica partidaria, algo que se delegará en una Mesa que integraría distintos sectores internos y asumiría el trascendental trabajo.
Luego se debatirá sobre la reforma política provincial que lleva adelante el gobierno de Rogelio Frigerio, algo que también se dejará a cargo de una mesa de dirigentes y legisladores, con los lineamientos centrales que trace el Congreso
Finalmente, se delegará la Elaboración de un programa de gobierno en otro grupo de referentes, con la coordinación del Consejo Provincial.