En los Tribunales de Paraná se desarrolló la audiencia de adelanto de sentencia en el juicio contra Facundo Bressán por el crimen de Priscila Hartman. El joven de San Benito fue encontrado culpable del homicidio y fue condenado a cadena perpetua. El presidente del tribunal, José María Chemez, destacó que el fallo fue unánime. Se consideró que hubo alevosía pero no ensañamiento.
El juez hizo especial hincapié en el diálogo mantenido vía mensaje de texto, entre Bressán y la víctima horas antes de su desaparición. En ese intercambio se evidenció que iban a concretar una cita. El Tribunal consideró que quedó claro que Priscila fue al encuentro del acusado, que la joven no se lo contó a nadie y que la familia desconocía la relación que existía entre ellos. Además se destacó que la noche del 23 de octubre en simultáneo con el crimen, Bressán ofreció -para la venta- la moto y el celular a sus amigos.
Se informó también que el estudio de ADN confirmó que Bressán mantuvo relaciones sexuales con la víctima y que se produjo en el galpón perteneciente a la familia del acusado. El juez consideró que el homicidio se cometió en ese mismo lugar y que se llevó a cabo mientras Priscila estaba sin sus prendas de vestir de la parte superior del cuerpo. Con todo ello, en la reconstrucción del hecho se concluyó que la víctima fue golpeada con violencia cuando ella no esperaba un ataque, en el momento posterior a un encuentro íntimo; que Bressán actuó aprovechando la superioridad física, la indefensión de la joven y le produjo la muerte por sofocación.
En cuanto a la calificación legal el juez destacó que en el hecho hubo alevosía porque la citó a un lugar que conocía, donde ella no podía pedir auxilio y porque fue un ataque traicionero que sorprendió a la víctima. Según el Tribunal, no hubo ensañamiento porque esta calificación exige como plus el propósito de matar haciendo padecer un sufrimiento físico extremo.