En Paraná se instaló la preocupación ante un nuevo modo delictivo. Este martes, una joven fue adormecida y maniatada, por una mujer que luego perpetró un robo en el local comercial que atendía. En las últimas horas, los análisis toxicológicos confirmaron que se empleó una sustancia conocida como burundanga. La hipótesis que maneja la investigación es que actuaría como complemento de un preanestésico, para sostener ese estado de adormecimiento. Desde la Policía afirman que quienes la manipulan poseen conocimientos específicos.
En diálogo con el Nueve, el comisario mayor Gabriel Doro, subdirector de Criminalística, indicó que la escopolamina -nombre científico de la burundanga- "se detectó en concentraciones bastante bajas. Es lo esperable, porque sin biotransformación llega a orina en un porcentaje que no supera el 5%". Además afirmó: "Todos los profesionales con los que hemos estado en contacto no avalan que la escopolamina actúe a la velocidad en la que se hace referencia a este hecho".
"Surge la hipótesis de que esta sustancia está combinada con algún tipo de preanestésico, que induce el estado primario de depresión general. Después la escopolamina trabajaría en el sostenimiento de ese estado clínico, que brinda el tiempo suficiente para concretar el ilícito", expresó Doro. Además, explicó: "La formulación está calculada por gente que sabe del tema. Hay quienes siguen una receta, pero los que se encargan del diseño y desarrollo del protocolo, son gente con conocimiento".