jueves 28 de marzo de 2024
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Para los gremios, detrás de las auditorias está el objetivo de "domesticarlos"

Dirigentes opositores denuncian que hay una ofensiva oficial que apunta a limitar las subas salariales.

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En paralelo al aislamiento creciente de Hugo Moyano en el universo sindical y al endurecimiento del Gobierno en la pelea con el jefe camionero, en el sindicalismo opositor denuncian una campaña de "hostigamiento" y "presiones" destinada a debilitar los reclamos gremiales.

Las luces de alerta se encendieron en medio de las auditorías iniciadas por el Ministerio de Trabajo, que incluye inspecciones y controles de libros. Pero los gremialistas apuntan a un abanico más amplio de medidas, que van desde allanamientos, intervenciones y denuncias judiciales, hasta la quita de personería, la baja de la cuota sindical y llamados a la desafiliación.

Todas esas iniciativas -acusan- formarían parte de una ofensiva oficial dirigida a limitar "los aumentos salariales, flexibilizar los convenios y acallar la protesta social".

Pablo Micheli, líder de la CTA Autómoma, dijo anoche: "Hay una ofensiva contra el sindicalismo que está en contra el Gobierno. El Gobierno está jugando como si fuera la guerra del fin del mundo contra Moyano". Y apuntó a las causas por corrupción contra dirigentes gremiales: "Nos ponen a todos en la misma bolsa, como si yo fuera igual a Balcedo".

En un gremio del sector privado que tiene más de 100.000 afiliados agregaron: "Está claro que toda la batería de medidas del Gobierno tiene por objeto tratar de domesticar al sindicalismo y avanzar sobre derechos de los trabajadores".

Los sindicalistas opositores Pablo MIcheli, Sergio Palazzo y Pablo Moyano.

En ese sindicato, incluso, plantearon como una “intromisión” la revisión por parte del Ministerio de Trabajo de los libros contables de los gremios. “Para eso están los afiliados, que son los que aprueban o no los estados contables y los balances en una asamblea. Los gremios son instituciones privadas”, dijo el secretario general de ese sindicato.

"Para este Gobierno el que defiende a los trabajadores y se enfrenta al ajuste es un enemigo, a tal punto que eliminaron la paritaria nacional docente", dijo a Clarín, el titular de Suteba y adjunto de Ctera, Roberto Baradel.

Con un padrón de afiliados superior a los 200.000, su gremio es uno de los que aportará mayor volumen a la protesta de Camioneros. Y lo hará en medio de las paritarias educativas en la Provincia, donde ya anticipó un pedido del 20% con cláusula gatillo, por encima de la pauta oficial del 15%. La tensión creció en las últimas semanas con, según los gremios, el llamado de las autoridades de la Provincia a una desafiliación masiva, tras el decreto que anuló la paritaria nacional y licuó la representación de Ctera.

El titular de los Canillitas, Omar Plaini, denunció ayer que "el Gobierno está presionando a dirigentes sindicales para que no apoyen la movilización" del 21 de febrero, aunque ratificó su respaldo.

"Quieren sindicatos débiles porque el único contrapoder de un gobierno son los sindicatos y Moyano está dentro de ese contexto", advirtió. Y de inmediato recordó el buen vínculo que tenía el líder camionero con el Presidente: "Hasta ayer comían milanesas juntos, pero algo pasó en el medio".

En gremios opositores ven la mano del Gobierno detrás de los allanamientos a Camioneros y Canillitas (ambos el año pasado), y en enero pasado al gremio del caucho.

La misma carga le atribuyen a las intervenciones, como la de marítimos (SOMU), que debería concluir hoy, o la más reciente del SOEME, donde se espera una "gestión profunda". En todos los casos, creen que la Justicia responde a “una orden política".

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