Petra Laszlo, la camarógrafa húngara que pateó a refugiados, publicó una carta en la que se lamenta por su comportamiento. "Siento sinceramente lo ocurrido. Prácticamente estoy en un estado de shock por lo que hice y por lo que están haciendo conmigo", dijo la mujer acusada de vandalismo.
Laszlo relató que mientras trabajaba centenares de refugiados comenzaron a correr hacia ella y eso le provocó miedo. "Es difícil tomar decisiones correctas cuando uno está en pánico. Yo no pude hacerlo", se justificó. En ese sentido aseguró que no se merece la "caza de brujas política" contra ella y tampoco las amenazas mortales que recibió.
La reportera puso una zancadilla a un hombre que huía con su hijo en brazos y también pateó a varios refugiados, incluyendo a una niña. "Como madre lamento mucho que el destino me haya llevado hasta una niña, algo que en aquel momento no percibí. Estaba en pánico y ahora me veo en las grabaciones, como si no fuera yo", añadió al asegurar que se arrepintió y asumirá su responsabilidad.