jueves 28 de marzo de 2024
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Abusos en el Seminario

"Hay más víctimas de Ilarraz y se van a presentar como testigos"

Fabián Schunk, denunciante del sacerdote, confirmó que otras víctimas se presentarán próximamente en el juicio contra Ilarraz. Además, valoró que la declaración del cura Pucheta, devela que Puiggari supo oficialmente sobre los abusos

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Se desarrolló este miércoles el quinto día del juicio contra el sacerdote Justo José Ilarraz, acusado de abuso sexual y corrupción de menores en el Seminario de Paraná. "Esta es una jornada importante por la presencia del sacerdote Néstor Pucheta", manifestó Fabián Schunk, una víctima, en diálogo con Canal Nueve Litoral. Al mismo tiempo, confirmó que otras víctimas se presentarán a la Justicia.

Testimonios clave

Pucheta, "allá por el '95, fue la clave fundamental para el inicio de ese supuesto juicio canónico o investigación canónica que se llevó adelante contra Ilarraz. Pucheta habló con -el actual Arzobispo Juan Alberto- Puiggari luego de haberse interiorizado de los abusos con una de las víctimas", detalló Schunk. "En ese sentido, es muy importante, porque devela que las autoridades conocían de manera oficial los abusos".

"Además, estuvo el testimonio de la mamá de Maximiliano Hilarza", quien fuera víctima de abuso. "Es fundamental escucharla, porque denota a las claras el manejo que hacía Ilarraz de las familias y cómo abusaba de la confianza, en este caso, de la mamá de Maxi", sostuvo Schunk.

"Ellos eran amigos, pese a la prohibición de Ilarraz de mantener contacto, que le había impuesto -el entonces Arzobispo Estanislao Esteban- Karlic en el '96. Incluso bautizó a un sobrino de Maxi. Es el típico manejo del perverso que va sondeando el estado de su víctima y le impide romper el silencio y contar los abusos", añadió.

Más víctimas

"Yo no hablo en potencial, no es que habría más víctimas, sino que hay", afirmó Schunk. "Nosotros sabemos que hay muchas víctimas. Se van a presentar a declarar como testigos, porque ya no se pueden presentar como denunciantes en este juicio. Ya están citados. Se han acercado por voluntad propia. Venimos manteniendo contacto con ellos y próximamente se presentarán como testigos de los abusos", agregó.

La actitud de los sacerdotes

Schunk se refirió también a la postura que tomaron las autoridades eclesiales desde un primer momento: "Más allá de una cuestión obvia, que es percatarse de que estaba sucediendo un delito, porque nadie puede decir que un abuso no es un delito; a las víctimas nos duele profundamente que ellos, que para nosotros eran como papás, no hayan hecho lo suficiente, lo necesario, o incluso lo mínimo, para cuidarnos de lo que nos estaba pasando".

Al respecto, enfatizó: "Estamos hablando de personas formadas y capacitadas, con la inteligencia necesaria para dilucidar y atar cabos sueltos en ese momento, para darse cuenta de que algo estaba pasando".

"Hay algo que no los puede eximir, que es el sentido común. Podrán decir que en aquella época se operaba así, pero el sentido común indica que al ver a un niño de 15 o 16 años llorando, que te cuenta a vos, un adulto responsable, que ha pasado esto. No le podés palmear la espalda y decirle: 'bueno, rezá y confiá en Dios'. Como adulto tenés que tomar otras medidas. Hay un sentido común que va más allá de las épocas, de los tiempos y las circunstancias", cuestionó.

Fue en referencia a la declaración del sacerdote Gabriel Battello, quien en la etapa de instrucción negó haber estado al tanto de los abusos, pero que este martes afirmó que sí se había enterado de lo ocurrido. "Lo bueno de todo esto, y esto de alguna manera lo reivindica a Battello, es que a diferencia de la instancia de instrucción, cuando nos decepcionó, ayer vino y recobró la memoria y dijo la verdad, lo que había que hacer", consideró Schunk.

"En ese sentido, hay que valorar que no haya mentido. Lamentablemente, tenemos que decir que hay otros sacerdotes que perdieron la memoria en un lapso de 2 o 4 años, entre la declaración en la instancia de instrucción a la fecha", cuestionó.

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