jueves 21 de marzo de 2024
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En los cuerpos legislativos ya se juega el 2019

La Cámara de Diputados y el Concejo Deliberante de Paraná fueron escenario de fuertes disputas, que anticipan la puja de poder para el año que viene. Qué presagian las rupturas y los debates en el ámbito legislativo

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Por Martín Gerlo

Mientras desde los poderes ejecutivos se asegura que éste será un año de gestión y que las elecciones todavía están lejos, en los cuerpos legislativos ya empiezan a mostrarse los primeros indicios de una puja de poder que no tiene otro horizonte que el 2019. La Legislatura provincial y el Concejo Deliberante de Paraná dieron la nota en las últimas semanas, contrastando con un clima político general en cuya superficie aún predominan el diálogo y los consensos. El Congreso de la Nación no es la excepción, aunque la hasta ahora férrea conducción del PRO dentro de Cambiemos y la dispersión del peronismo han atemperado el impacto de posibles fisuras y reacomodamientos.

La primera gran pelea tuvo como escenario la Cámara de Diputados de Entre Ríos, con un desenlace que sorprendió a propios y extraños. Sergio Kneeteman, hasta entonces presidente del bloque de Cambiemos y espada política de Atilio Benedetti en la Legislatura, fue desplazado de la presidencia de bloque por los diputados que responden a Rogelio Frigerio. Lo llamativo es que, ante la imposibilidad de colocar a un hombre del PRO, el partido amarillo apostó a las fisuras en el propio radicalismo y de allí emergió María Alejandra Viola, cuyo voto hasta ese día contaban como propio en las filas del benedettismo.

“Increíblemente los tobillos del radicalismo están cada vez más flojos”, opinó la excandidata Gracia Jaroslavsky, una de las figuras entrerrianas que, en sintonía con los planteos de Ricardo Alfonsín a nivel nacional, viene insinuando la posibilidad de endurecer las posturas del centenario partido frente a los “atropellos” del PRO. “Frigerio pretende mandar sobre un radicalismo sin escrúpulos. Lo puede hacer porque hay quienes tienen precio”, arremetió.

Aunque su figura no presenta un respaldo unánime, hasta ahora el diputado nacional es el único nombre firme dentro de la UCR como aspirante a la Casa Gris. En la vereda de enfrente echaron a rodar las posibles precandidaturas de Luis Miguel Etchevehere y del intendente de Basavilbaso Gustavo Hein, aunque muchos todavía guardan esperanzas de que Rogelio Frigerio baje a jugar a la provincia.

Frente a su exclusión en la danza de nombres que dejó trascender un diario porteño, Alfredo De Angeli aprovechó los 10 años de la resolución 125 para recorrer algunos medios y reposicionar su figura. Seguramente un gesto de autoridad y verticalismo solucione esta aparente dispersión dentro del PRO, aunque desde el radicalismo aseguran que esta vez no volverá a suceder lo mismo que en 2015, cuando el centenario partido no presentó precandidato a gobernador.

La situación generó más malestar que el habitual y, parafraseando a Leandro N. Alem, se puede decir que no se quebró, pero se dobló. La UCR decidió en su Congreso de este sábado armar un bloque propio y confluir en Cambiemos en el marco de un interbloque, donde cada uno conserve cierta autonomía, como funciona en el Congreso de la Nación. Si bien el discurso oficial habló de “fortalecer” los partidos para consolidar la coalición, hubo críticas vedadas -y no tanto- al trato que le vienen dispensando sus socios. Fue un llamado de atención para mostrar algo de poder y evitar a su vez que el conflicto derive en ruptura.

Dentro del peronismo las cosas no están mucho mejor. Sin embargo, las divergencias que propiciaron algunas iniciativas y posicionamientos respecto al gobierno de Macri no pasaron a mayores, al menos en el ámbito provincial. A nivel nacional, en cambio, la conformación de los bloques y la votación sobre la reforma previsional plasmaron los desencuentros entre el peronismo kirchnerista y el peronismo de los gobernadores.

El gran desafío en ese escenario es encontrar una síntesis para 2019 que pueda forzar un ballotage con Macri, y todos los sectores lo saben. Ese es el objetivo de los encuentros de unidad que se desarrollaron estos días, con fuerte presencia del kirchnerismo y el massismo residual y con grandes ausencias por parte del justicialismo que está al frente de las provincias, con la excepción de Alberto Rodríguez Sáa. Si se resuelve esa indefinición, la reunificación en el Congreso estará más cerca; mientras perdure, el desencuentro persistirá.

Dos días antes del Congreso de la UCR, este jueves, el Concejo Deliberante de Paraná fue escenario de otra ruptura en Cambiemos, aunque allí las circunstancias fueron muy diferentes. La pelea por la Vicepresidencia Primera del cuerpo se fundamenta más que nada en una interna del PRO, que tiene por un lado a la viceintendenta Josefina Etienot y por el otro al concejal Emanuel Gainza. El edil terminó ganando la pulseada, pero dos de los ocho miembros de la bancada oficialista salieron producto de esta fricción: el peronista varisquista Santiago Gaitán y la radical Elsa Salazar de Ermácora.

En este contexto, el peronismo se frota las manos y profundiza su alianza con Etienot, donde cada uno tiene intereses muy diferentes pero un adversario común. El PJ quiere recuperar Paraná el año que viene, a pesar de que todavía está lejos de resolver sus internas. Mientras, apuesta al desgaste de la coalición que sostiene a la gestión municipal.

Los próximos meses serán cruciales para saber si los peronistas lograrán encolumnarse detrás de un candidato de consenso (¿el vicegobernador Adán Bahl?) o si forzarán el desarrollo de una interna que, en este marco, ha venido hasta ahora beneficiando al oficialismo. Todo está por verse.

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