La Justicia italiana quedó en el ojo de la tormenta por desestimar un caso de abuso sexual porque al momento del hecho, la mujer tenía 50 años y era lo "suficientemente madura" como para haberse sentido intimidada.
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SUSCRIBITELa Justicia italiana quedó en el ojo de la tormenta por desestimar un caso de abuso sexual porque al momento del hecho, la mujer tenía 50 años y era lo "suficientemente madura" como para haberse sentido intimidada.
La denuncia, contra el expresidente de la Federación Italiana de Fútbol, Carlo Tavecchio, fue presentada por Elisabetta Cortani, presidenta de un equipo femenino de la región italiana de Lacio.
En los documentos del juicio se admite que los hechos pudieron haber tenido lugar, pero el fiscal sostiene que Cortani no pudo experimentar sumisión o miedo debido a que ya tenía una edad avanzada. Además, argumentan que la mujer tardó mucho tiempo en denunciar.
La denuncia
Los hechos tuvieron lugar entre 2015 y 2016, pero Cortani no formuló una denuncia formal contra Tavecchio hasta noviembre 2017. El Ministerio Público italiano solicitó el cierre del caso, pese a que la denunciante había presentado pruebas de audio y video del supuesto acoso.
"Al excluir este hipotético estado de temor, el fiscal destacó la edad de la persona lesionada, junto con su larga experiencia como presidenta de una asociación de fútbol femenino", detalló el abogado de la mujer, Domenico Mariani.
En una entrevista al diario italiano La Stampa, la víctima definió su situación como "una señal terrible para todas nosotras". "Demasiado vieja para sentir temor e intimidación ante un señor que me habla de esa forma y me pone las manos encima", lamentó la mujer, que acusa Tavecchio de tocarle los pechos sin su consentimiento e intentar besarla en los labios, publicó Crónica.