sábado 16 de marzo de 2024
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Santa Elena

Ejemplo de superación: "Terminé la carrera para dar el ejemplo a mis nietos"

Alejandra Mendoza tiene 46 años, es madre de cuatro hijos, abuela de 15 nietos y el 26 de noviembre se recibió en Tecnicatura Superior en Turismo y Gestión de Servicios

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El caso de Alejandra María Mendoza es un ejemplo de superación para Santa Elena. Uno de tantos otros para admirar, pero también uno digno de contar, porque emociona e inspira.

Con 46 años, esta madre de cuatro hijos y abuela de 15 nietos de barrio Fátima -hija de una familia de 14 hermanos de Villa Urquiza-, egresó el 26 de noviembre de este año de la Tecnicatura Superior en Turismo y Gestión de Servicios que se dicta en el Instituto de Educación Superior Santa Elena (IESSE), al igual que otros cuatro de sus 12 compañeros, la última camada de estudiantes de Turismo en la ciudad, dado que la carrera se cerró hace dos años. Ahora decidieron abrir una nueva cohorte para 2021 y ya inscriben a los interesados.

"Fueron tres años pero garcias a Dios los terminé bien, en tiempo y forma, sin llevarme nunca ninguna materia; a pesar de ser mamá, abuela, de tener familia a cargo, nunca dejé de estudiar", dijo Alejandra orgullosa, en diálogo con La Sexta Pregunta.

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"EMPLEADA DE LA GENTE"

Mientras estudiaba y se ocupaba de su familia, también debió repartir su tiempo entre otras numerosas ocupaciones, para rebuscarse el día a día y siempre con una misma motivación: ser útil a los demás, estar a su servicio, ayudar. "Hace 20 años que presto un servicio en los cajeros automáticos de Santa Elena", contó. "Ayudo a la gente y ellos me dan una propina. Soy empleada de la gente", explicó.

Allí cumple ese rol de 6 de la mañana a 12 del mediodía, incluso hasta las 13. Al salir de los cajeros, tocaba estudiar. "A veces me iba con el tiempo justito porque entrábamos a las 2 de la tarde, ni comía y volaba para el instituto", contó. "Pero valió el sacrificio porque hoy tengo un título", expresó. "Soy repostera, hago tortas de cumpleaños, de toda clase, y también comidas. Además soy técnica de fútbol femenino del Club Santa Marta, pero eso no es remunerativo, no recibo nada; lo hago porque me gusta sacar a las chicas de la calle, que ellas puedan hacer un deporte donde contenerse", añadió.

Entre tantos trabajos informales que supo inventarse para subsistir, "estudiaba de noche porque otro horario no tenía, y me acostumbré a estudiar en el ruido, entre mis nietos que andaban jugando", graficó Alejandra. ¿Que de dónde sacaba fuerzas? "Yo los miraba a mis nietos, porque tengo a mi cargo a cuatro de mis nietos que los crié yo. Los miraba y les daba el ejemplo, porque ellos también estaban todos en la escuela. Me veían estudiar a mí y estudiaban ellos. Aprobaron todos este año. Cuando los miraba sacaba fuerzas y me decía: 'Yo tengo que terminar, por ellos. Y por mí. Y por mi hermano que fue el que insistió en que hiciera la carrera".

¿Qué la motivó a seguir una carrera "de grande", como ella dice? "Mi hermano se recibió un año antes que yo. Cuando pasó a segundo año él me dijo si yo quería estudiar, que él me iba a anotar. Yo le dije que no, 'ya estoy grande, no quiero estudiar' y me dijo: 'Pero intentalo'. Y le dije: 'Bueno, yo lo voy intentar; si me da la cabeza y la memoria, sigo, y si no, bueno. Lo voy a intentar para darte el gusto a vos'. Empecé y gracias a Dios me fue bien el primer año, el segundo, el tercero, y lo terminé en tiempo y forma, sin materias y cumpliendo con todos los trabajos", valoró.

ESTUDIAR EN PANDEMIA

Acerca del impedimento de seguir estudiando de manera presencial, Alejandra señaló que ese obstáculo la desafió, pero una vez más, no la detuvo. "Este año fue una prueba porque uno que es más grande, con la tecnología no hace más que mandar mensajes o cosas así. Fueron muchas cosas nuevas, estar conectados, aprender a usar Zoom y otras aplicaciones para comunicarse que uno no estaba acostumbrado. Pero gracias a Dios siempre estuvimos comunicados y pudimos cumplir con las clases virtuales. Me costó un montón, hasta que me adapté; no me quedaba otra porque tenía que terminar mi carrera", dijo.

EL FUTURO

Ya con el título en mano, la flamante técnica superior en Turismo sueña con dedicarse a la profesión para la que se preparó con tanto esfuerzo. "La gente me dice: 'Ale, no nos dejes', pero a eso lo dirá el tiempo y lo dirá Dios. La propuesta está; tengo que reunirme con una persona que me hizo una promesa de trabajo y si se da, trabajaremos de lo que estudiamos", contó.

"Me gustaría trabajar acá en mi ciudad, promocionar todo lo hermoso que tenemos, porque tenemos mucho para ofrecer; pero si se da también en otro lado, no hay problema; a donde me manden yo trabajo, lo importante es tener el sustento diario", sostuvo.

SU MENSAJE: "SE PUEDE"

"Yo los aliento a quienes se quedaron con ganas de tener un título, de ser alguien en la vida, decirles que nunca es tarde, que es sólo proponerselo, buscar el tiempo, darse el tiempo. Y a los chicos, que no desaprovechen la oportunidad, porque el día de mañana se van a arrepentir de no haber estudiado, porque es muy bueno tener un título y poder tener una salida laboral. Que no dejen nunca, que no bajen los brazos nunca. Y a las personas grandes como yo que quieran estudiar: se puede. Se puede, mientras uno tenga ganas y fuerzas", concluyó Alejandra, no sin antes agradecer a sus profesores y destacar a los compañeros que se recibieron junto a ella: Valeria, Angélica, Rodrigo y Melody, para valorar su esfuerzo.

Fuente: La Sexta

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