El Gobierno estudia pasar a los jubilados que accedieron por moratorias a beneficiarios de planes sociales. Según la evaluación oficial, son 4 millones de personas, que sin haber completado aportes llevaron a que, desde la mirada oficial, se desfinanciara el sistema previsional. Consideran que es una “injusticia” y que restan recursos a quienes sí aportaron durante muchos años.
Jubilados: el sector que más perdió con el ajuste
En medio de la aceleración inflacionaria, los jubilados fueron uno de los sectores que más ingresos perdieron, con una caída del orden de 30% en los últimos meses (en valores reales), de acuerdo con estimaciones privadas.
Las alternativas que están analizando en el área de Capital Humano contemplan no dejar a los jubilados que llegaron por moratorias sin asistencia, sino pasarlos a un sistema de subsidios relacionados a los planes sociales.
Se calcula que en la actualidad hay más beneficios otorgados por moratorias (3,6 millones) que beneficios otorgados por haberse cumplido con la totalidad de los aportes regularmente requeridos (3,2 millones).
Para dimensionar la importancia de la medida, el pago de jubilaciones y pensiones representa casi el 40% del total del gasto público. El denominado Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) representó el año pasado un gasto equivalente a 7,2% del PBI, según datos de Idesa.
Con datos a 2019, es decir antes de la pandemia, puede observarse que los aportes salariales financiaban sólo 55% del sistema jubilatorio, el resto proviene de impuestos y transferencias del Tesoro. Las últimas estimaciones arrojan que existen 1,8 trabajadores aportando por cada persona que cobra un haber, cuando se considera que deberían ser por lo menos tres para que el sistema se autofinancie.