miércoles 27 de marzo de 2024
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Análisis económico

Inflación: febrero y marzo ya se perfilan con tendencia en alza

"Hay una inercia inflacionaria corriendo al 6% mensual y es muy difícil de bajar", dijo el economista de Ahora, Maximiliano Montenegro. @maximmontenegro

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“Posiblemente febrero de 6% de inflación, pero eso no será todo, sino que además marzo puede estar un escaloncito por arriba, cerca del 7% y eso marca un inicio de año muy inflacionario, lejos todavía de la meta que se había auto impuesto el ministro de Economía Sergio Massa, de tratar de desacelerar la inflación al 3% mensual, al 60% anual”. Ese es el panorama que trazó el economista de Ahora, Maximiliano Montenegro, al analizar las últimas cifras de inflación dadas a conocer por el Indec y lo que viene.

Para el analista el número de febrero “es un dato muy preocupante porque no solamente marca un repunte después de dos meses de desaceleración de la inflación, sino que marca que toda la economía se está indexando al 6% mensual”. En ese sentido, agregó que “no fue solamente el índice de precios del consumidor que llegó al 6%, sino el índice de precios mayorista, es decir la salida de fábrica, que se ubicó en 6,5%; el índice de la construcción 6,3%; y las dos canastas que miden la indigencia y la pobreza subieron 7,2% y acumulan en los últimos 12 meses casi 110%, es decir que tenemos una inflación que está corriendo al 6% mensual, eso es 100% anual”. “Pero -añadió en su análisis- tenemos precios de los alimentos que en los últimos meses siguen nuevamente acelerándose. En enero los precios de los alimentos subieron 7% y el tema de la canasta básica de alimentos y la canasta de pobreza tiene una alta incidencia”.

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Y aún falta la carne

Maximiliano Montenegro, en su salida por Canal Nueve Litoral, aportó otro dato, que en el informe de Indec aún no se vió: “En enero no hubo un impacto fuerte de la carne, que muestra en las últimas seis semanas un aumento del 40% del kilo vivo. Eso todavía no se había trasladado en enero completamente al mostrador. De hecho, no lo registró a ese aumento el Indec porque los aumentos al consumidor en el precio de la carne se dieron fundamentalmente los últimos días de enero y principalmente las dos primeras semanas de febrero”.

El columnista de Ahora consignó además que en el Banco Central, que tiene una medición paralela a la del Indec, hace también mediciones diarias de inflación, y se está viendo con mucha preocupación la inflación de febrero por el impacto de la carne. En las dos primeras semanas febrero viene en términos inflacionarios peor que enero. Es muy probable que en febrero sea otro mes de inflación del 6%”.

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La carne con precios congelados hasta el lunes

La carne con precios congelados hasta el lunes

Y allí subrayó: “Recordemos que enero y febrero no son los peores meses en términos inflacionarios. Siempre marzo es estacionalmente un mes con más inflación que los dos primeros meses del año, por lo cual la preocupación no solamente es porque febrero va a dar nuevamente un 6% de inflación sino porque puede estar un escaloncito por arriba en marzo, cerca del 7%, y eso marca un inicio de año muy inflacionario lejos todavía de la meta que se había autoimpuesto el ministro de Economía de tratar de desacelerar la inflación al 3% mensual al 60% anual”.

La enorme dificultad de poner un freno a la inflación

Respecto al impacto del programa de control de precios para la carne, Maximiliano Montenegro entiende “es muy complejo medirlo, porque Sergio Massa ha logrado estabilizar la economía, es decir alejarse del escenario de crisis total, de espiralización que había en junio, julio del año pasado, pero ya en este contexto es muy difícil desacelerar de manera más sostenible la inflación”. Para el economista hay dos motivos centrales: “Por un lado, hay un inercia inflacionaria viene corriendo al 6% mensual y es muy difícil de quebrar, es decir, para bajar eso, hay que generar expectativas hacia adelante y el gobierno está teniendo mucha dificultades de recrear la confianza, dar un sendero hacia adelante de desaceleración de inflación”.

En segundo lugar, “y lo más importante”, señala Maximiliano Montenegro, “en esta economía están faltando dólares. Hay mucha preocupación en este momento en el banco central porque se están pagando importaciones que se autorizaron en los últimos tres meses del año pasado, recién se están pagando ahora y por eso desde principio de febrero, las nuevas autorizaciones de importaciones se han endurecido al máximo”.

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En este punto, el economista remarcó que el gobierno “ha cerrado todavía más el cepo de la SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina), para las nuevas autorizaciones, porque el Banco Central ve que hacia adelante se viene un problema de escasez de dólares”.

Para el analista en ese aspecto se generan más dificultades, que impactan en el índice de precios: “Los empresarios que no pueden importar, están remarcando por arriba del tipo de cambio oficial, en muchos están tomando un mix entre el tipo de cambio libre y el tipo de cambio oficial, es decir, un dólar a 280 a 290 pesos para fijar precios y eso ocurre en una serie de sectores muy grandes, porque están con mucha escasez de insumos importados y eso tiene impacto también en el nivel de actividad”.

“Por eso -advierte Montenegro- el desafío es doble parra el ministro de Economía, porque no se trata solo de de marcar un sendero de desinflación, apuesta que se podría dar partir de abril, porque va a ser muy difícil marcarlo antes de marzo, sino también hay que mantener el nivel de actividad y parece ser un objetivo en este momento muy difícil”.

“Es muy importante sostener el nivel de actividad el nivel de empleo en esta economía porque con 100% inflación cuando hay un nivel elevado de empleo y actividad como existe actualmente se tolera mucho más que una inflación muy elevada con una economía que se va enfriando”, alerta Maximiliano Montenegro.

Pérdida del poder adquisitivo

Días atrás UTA acordó un aumento salarial de 30% para seis meses, el gobierno entrerriano ofreció 28% hasta mitad de año; los gremios nacionales docentes firmaron con el gobierno de Alberto Fernández una pauta salarial de 33%. Todo parece ir en línea con lo pedido por el ministro de Economía Sergio Massa, que quiere paritarias anuales del 60%. Pero sin una baja de la inflación, eso significa un ajuste claro sobre el poder adquisitivo, que se suma a lo que ya sucede.

Maximiliano Montenegro dijo sobre eso: “Hay una situación muy delicada. El salario en estos tres años de Alberto Fernández -en el caso de los salarios en blanco- junto con la recomposición del empleo que se había perdido durante la pandemia, recién pudo estabilizar su poder de compra en el último mes, es decir si uno ve desde el inicio del gobierno Alberto Fernández hasta el mes pasado, los salarios en relación dependencia, en blanco, están prácticamente en cero, no perdieron frente a la inflación, pero venían alrededor de 4% abajo de poder adquisitivo de pérdida de salario real. Lo que sucede es que en los dos últimos años el gobierno de Mauricio Macri habían perdido más de 20% de poder adquisitivo y eso no se ha recuperado”.

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“Donde hay un problema enorme -señala el economista- es en el salario informal, es decir de los trabajadores en negro, cuentapropistas, informales. En ese caso perdieron 25 puntos de poder adquisitivo durante los últimos dos años del gobierno de Macri y siguieron perdiendo otros 16 puntos de poder adquisitivo en los tres años de Alberto Fernández con lo cual en los últimos cinco años ya acumula una pérdida superior al 40% del poder adquisitivo de su salario real de los trabajadores en negro, trabajadores informales, cuentapropistas”.

Para Montenegro, “eso es una preocupación muy grande en el gobierno, porque es en buena medida también la base electoral del oficialismo en el Gran Buenos Aires y es muy difícil de compensar eso en una economía que tiene tantas tensiones inflacionarias y tantas restricciones desde el punto de vista fiscal, como tienen actualmente el plan económico acordado con el Fondo Monetario”.

“Massa sigue tratando de encarrilar el acuerdo con el Fondo o un ajuste fiscal que hoy está involucrando a la obra pública, las transferencias a las provincias, los planes sociales, donde se han congelado todas las vacantes y se están dando de baja en planes sociales por distintas irregularidades. Es decir, no hay mucho margen para compensar esa pérdida de salario real muy fuerte, que está ocurriendo en el 40% de la economía, que es el 40% que trabaja informalmente en la Argentina”, concluye el analista.

Columna Semanal de Maximiliano Montenegro

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