Por primera vez desde que asumió Alberto Fernández, hace casi ocho meses, el Gobierno parece decidido a activar el sector energético. Está en la agenda un aumento de nafta y nuevos incentivos a la producción de gas, para revitalizar Vaca Muerta y dar señales a la inversión privada.
Sobre el fin de esta semana, el Presidente, junto al titular de YPF, Guillermo Nielsen, el CEO de la empresa, Sergio Affronti, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, podrían validar el primer aumento del año en los precios de los combustibles líquidos (naftas y gasoil).
Guzmán y Affronti se iban a reunir este jueves por la tarde en el Palacio de Hacienda, pero el encuentro quedó suspendido por cuestiones de agenda del ministro.
El incremento, que si se concreta pondrá presión a la inflación en un momento en que se vuelve a acelerar tras las restricciones a la movilidad por la pandemia, se podría llegar a aplicar antes del martes 11, cuando la petrolera estatal debe presentar a sus inversores los resultados del segundo trimestre.
El atraso en los precios de la nafta sería de entre un 10% y un 12%, según una refinadora. Otra compañía incluso estima en 15% lo que deberían subir los precios de los combustibles.
Esos porcentajes se explicarían por el alza de más de 20% del dólar mayorista en lo que va del año y el 16,5% de inflación acumulada entre el último incremento (diciembre) y junio.