Los combustibles que se despachan en las estaciones de servicio (nafta y gasoil) de todo el país volverán a tener una suba de un 4% en febrero y otro 3,8% en marzo, tras los incrementos de enero. Pero por el alza de la inflación en enero, que rebotó respecto a noviembre y diciembre, el aumento de la nafta se aplicaría casi a fin del próximo mes, según cuentan fuentes del sector.
La escala de los incrementos fue producto de un acuerdo entre las empresas refinadoras petroleras -YPF, Axion, Raízen (que opera la marca Shell) y Trafigura (Puma Energy)- y el Ministerio de Economía que encabeza Sergio Massa, como parte de los esfuerzos del Gobierno para hacer bajar la inflación al orden del 4% mensual o 60% anualizada en todo 2023, con el contexto del programa Precios Justos.
La primera actualización fue el 1 de diciembre, cuando Axion y Raízen picaron en punta. YPF demoró unos días en tocar sus precios, mientras ganó mercado al tener los combustibles más baratos, pero también quedó al borde de sufrir quiebres en los stocks de las estaciones de servicio. Por eso el sector se mueve casi con uniformidad en cuanto a la magnitud de los aumentos de precios y el momento de aplicarlos.
La primera actualización fue el 1 de diciembre, cuando Axion y Raízen picaron en punta. YPF demoró unos días en tocar sus precios, mientras ganó mercado al tener los combustibles más baratos, pero también quedó al borde de sufrir quiebres en los stocks de las estaciones de servicio. Por eso el sector se mueve casi con uniformidad en cuanto a la magnitud de los aumentos de precios y el momento de aplicarlos.
Las petroleras esperaban volver a subir la nafta a principios de enero, pero Massa pidió postergarlo hasta el día 15. Es decir, pasaron 45 días. Y ahora la industria cree que el próximo incremento de precios sería más hacia fines de febrero, según publica Cronista.