En medio de un proceso inflacionario que no cede, el costo de vida se encarece. En este contexto, las familias destinan la mayor parte de sus ingresos en los gastos fijos para vivir. En este sentido, la situación da cuenta de la rigidez -como se conoce en economía- de sus estructuras de gastos.
En primer lugar, los encuestados que dialogaron con el Nueve coinciden que los alimentos son los que más dinero les demandan. Incluso, hay familias que reconocen que sólo les alcanza para eso. En segundo lugar aparece el pago de los servicios y los impuestos.
En menor medida, los consultados también señalaron la importancia que cobran sus deudas por los créditos que toman. Los jóvenes destinan un porcentaje importante en el alquiler y los jubilados advierten por los costos de los medicamentos.