Vivimos un contexto en el cual algunos prometen y garantizan rentabilidades extraordinarias por participación en mercados ligados a criptomonedas, asunto por demás popular en estos tiempos.
Para continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEPara continuar, suscribite a Ahora. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEVivimos un contexto en el cual algunos prometen y garantizan rentabilidades extraordinarias por participación en mercados ligados a criptomonedas, asunto por demás popular en estos tiempos.
Oímos a diario sobre promesas de rentabilidad y hasta de garantías de retorno de inversión en un mercado altamente volátil e imprevisible.
Las denuncias sobre fraude en la administración y disposición de criptomonedas han acrecentado sustancialmente en los últimos tiempos, y todo indica que seguirá ocurriendo, en tanto se sigan promocionando esas actividades comerciales de forma masiva, abierta y empleando las mejores técnicas de marketing para captar “clientes”.
Estos, atraídos por el mensaje encantador (muchas veces engañoso o falso) de sujetos populares o bien considerados socialmente que obran con llamativa temeridad -cuanto menos-, terminan siendo víctimas que en pos de no perder su patrimonio deben acudir a una investigación penal profunda, sofisticada y muchas veces costosa, para determinar la existencia del delito y aspirar a recuperar sus dineros o resarcir sus derechos.