jueves 28 de marzo de 2024
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Ballena Azul: cómo proteger a los adolescentes

La peligrosa práctica se difunde a través de las redes sociales y genera temor. ¿De qué se trata? ¿Cómo cuidar a los niños y adolescentes?

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Se lo llama el juego de la Ballena Azul, aunque no tiene nada que permita caraturarlo como "juego". Consiste en una serie de desafíos que la víctima debe desarrollar a lo largo de 50 días hasta terminar con la muerte por suicidio. Los administradores captan a niños y adolescentes a través de perfiles falsos en las redes sociales.

En qué consiste

La práctica se originó en Rusia en 2014 y desde allí se extendió al resto del mundo, a través de Internet. Hace algunos meses llegó a Sudamérica y ya suma afectados en Argentina, que afortunadamente lograron ser salvados a tiempo.

El primer caso de Entre Ríos se registró en Concordia y el segundo habría tenido lugar días atrás en El Palenque, departamento Paraná.

La Ballena Azul surgió en grupos privados de la red social Vlontake, similar a Facebook. Niños y adolescentes son invitados a superar una prueba por día. Un administrador les indica día a día qué reto deben cumplir y una vez realizado, deben enviarle una fotografía como prueba -que luego usan para extorsionar a los participantes si piensan en abandonar-.

Los desafíos son peligrosos desde el inicio e incluyen autolastimarse la piel, pasar largas horas mirando videos de terror, escuchar ciertas canciones asignadas o arriesgar la vida, hasta suicidarse el día número 50.

Las señales para detectarlo

La difusión de esta práctica ha generado temor entre los padres, pero debe motivar la preocupación de toda la sociedad. Tíos, hermanos, abuelos, amigos y novios/as deben estar alerta si detectan ciertas señales en un ser querido, para frenarlos a tiempo y brindarles ayuda. Estos son algunos detalles a tener en cuenta:

- Los niños o adolescentes se vuelven muy reservados, particularmente en torno a lo que hacen en Internet.

- Pasan mucho tiempo navegando en Internet o compartiendo en redes sociales.

- Cambian rápidamente la pantalla de sus celulares cuando alguien se les acerca.

- Se retraen o manifiestan ira después de usar Internet o enviar mensajes de texto.

- Tienen muchos números telefónicos o correos electrónicos desconocidos en sus dispositivos.

- Hacen publicaciones que manifiestan tristeza, desánimo o que nadie se preocupa por ellos.

- Tienen heridas en su cuerpo u ocultan su piel con ropa de manera sospechosa.

Cómo actuar

Las recomendaciones para los allegados a las posibles víctimas son estar al tanto de lo que les pasa, preocuparse por sus estados de ánimo e intentar entablar una relación basada en la confianza y el diálogo, para que los menores puedan contar sus problemas o pedir ayuda sin miedo ni vergüenza.

Si se detecta alguna de las señales indicadas anteriormente, lo aconsejable es actuar rápidamente pero con calma, para que el niño o adolescente no tenga una reacción inesperada. Es conveniente consultar con un psicólogo y en caso de ser necesario, que el menor reciba atención médica. Es fundamental no culpar a la víctima e intentar entender su estado, ya que posiblemente se encuentra atravesando una situación de depresión.

Una buena opción ante el reto de la Ballena Azul y otros peligros de Internet consiste en hablar con los menores y explicarles los riesgos que corren al utilizar las redes sociales y la web en general. De esta manera se pueden prevenir futuros problemas.

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